
Hace un par de días vi un video de Jaime Altozano (un youtuber que habla en su canal sobre música de una manera bastante accesible para los profanos) en el que hablaba sobre el boom que ha supuesto el último disco de Rosalía, El Mal Querer. Tengo que confesar que, hasta hace poco, lo único que conocía de Rosalía era su canción “Malamente” y solo porque la escuché para compararla con la parodia que hicieron Los Morancos de la misma canción (no estoy lo que se diría al día con lo que se escucha en este momento que digamos), así que salvo por una vez que la escuché sin prestar mucha atención, apenas sabía nada de Rosalía. Fue entonces cuando me encontré con el último video que había hecho Jaime Altozano y, mientras él se centraba en explicar que hace de este un disco tan bueno e interesante de escuchar, yo no pude evitar fijarme en las ilustraciones (¿deformación profesional tal vez?) e, inevitablemente, acabé buscando al autor de las mismas.
Filip Custic, un artista canario con ascendencia croata y que ha trabajado para grandes marcas como Palomo Spain, Carolina Herrera, Loubuiton o, más recientemente, ha realizado una colaboración con la triunfito Aitana, ha sido el encargado de ilustrar “El Mal Querer”.
De padre deportista que quería un hijo heteronormativo y madre economista que deseaba que siguiera sus pasos y eligiera su misma profesión, Filip Custic se marchó a Madrid a penas cumplió los dieciocho para poder ser lo que el realmente quería: artista. Habiendo trabajado para grandes marcas y gente bastante conocida como las mencionadas anteriormente, Custic refleja en su obra un estilo que, a mi parecer, recuerda mucho al surrealismo. Él mismo se desfine como un artista multidisciplinar, comunicandose en su obra a traves de objetos, creando así un movimiento que él denomina como “Objetivismo”.
Fue a traves de las redes sociales que Rosalía y Custic se conocieron y trabaron amistad y fue ella misma quien le pidió que ilustrara “El Mal Querer”, un disco conceptual el cual se inspira libremente en una obra occitana del siglo XIII llamada Flamenca (de hecho, las 11 canciones del disco, a parte de su correspondiente título, tienen un segundo nombre que hace referencia al capítulo que representa). Custic tuvo el privilegio de ser una de las primeras personas en escuchar el album y, tras hacerlo, decidió que solo una imagen no era suficiente para ilustrar todo el universo que había creado Rosalía, así que creó doce ilustraciones (una por canción/capítulo más la portada). No son ilustraciones al azar. Todas tienen un mensaje detras e incluso me atrevería a decir que el propio artista, independientemente de lo que quería reflejar, da libertad de interpretación al espectador, llegando a esa conclusion al ver que el propio Custic pregunta a sus seguidores en Instagram que representa para ellos cada imagen.
Al final os dejaré todas las imágenes para que podais verlas y juzgar por vosotros mismos, pero como son muchas para analizar y yo no osaría considerarme una experta en este campo (se bastante, pero no se tanto), me voy a centrar en la imagen del capítulo 2: La Boda.
La historia que cuenta el disco es la de una mujer (que ya pudiera ser Flamenca, la protagonista de la novela medieval en la que se inspira o cualquier otra mujer de la actualidad, pues, por desgracia, es una historia que aun hoy en día es real) que se casa con un hombre celoso que la maltrata y acaba por encerrarla, pero al final acaba volviendose fuerte y liberandose de esa relacción tóxica.
El capítulo 2: La Boda, está representado por la canción “Que no Salga la Luna”. La imagen que creó Custic para este capítulo es la que os dejo a continuación:
Lo primero que ve cualquier persona y lo que puede entender por el contexto del capítulo al que pertenece, es que son dos novios (ambos son en realidad la propia Rosalía retratada tanto de novia como de novio). No sé hasta que punto acierto o no con lo que veo, pero una de las primeras cosas que me llama la atención son las pulseras doradas de los novios unidas por una especie de cordón. Podría representar el matrimonio de la pareja, pero yo lo veo más como unas esposas. Las esposas que llevará a partir de ahora la novia para que su marido la pueda retener junto a él, incluso por la fuerza. Es un predulio de que esa unión, por bonita que parezca, no será algo sano. Por suerte siempre hay una salida para todo. Tal vez es eso lo que representen las llaves que aparecen, la liberación de las esposas que atan a la mujer a su marido. Y mirando la cadena vi algo que había pasado antes desapercivido: Sobre las piernas de la novia tiene lo que a mi me parece es un espejo roto. Muchos supersticiosos dirán que romper un espejo trae mala suerte ¿Podría ser ese otro símbolo del destino que le espera a la novia? Pero ese no es el único presagio que intuyo ver en la imagen. Como dije antes, lo que se ve a primer golpe de vista parece una pareja de novios. Hay quien lo interpreta como las dos partes de un todo, el bien y el mal, lo masculino y lo femenino, el ying y el yang… pero mirando el Instagram de Filip Custic, en la publicación de la imagen que estoy comentandoos, encontré un comentario en el que alguien decía que, dado que el disco tiene 11 canciones, puede que el personaje de negro representase a la Rosalía del final del disco. Entonces me di cuenta de algo: Si entras en la página oficial de Rosalía, verás que cada ilustración se muestra como si fuese una carta del tarot (aunque la simbología de las imágenes no tiene nada que ver con la de los arcanos mayores y, para representar realmente un tarot, tendría que haber casi el doble de imágenes). El caso es que la supuesta figura del novio, vestida con algo parecido a un traje de luces propio de un torero y con los ojos cerrados, tiene el numero 11 (en romano XI) en la frente. En el tarot, la carta XI es La Fuerza y, entre otras cosas, significa fuerza de voluntad, autodominio y el amor y la dulzura venciendo a la violencia (curiosamente, una de las cosas que significa La Fuerza cuando sale invertida es el maltrato a la mujer). Tal vez, no represente al marido opresor, si no al futuro de la novia. Un futuro que aun no a llegado (por eso aun está con los ojos cerrados), a una mujer con traje de luces (como en referencia a la expresión “valor y al toro” que se usa para animar a alguien cuando va a hacer frente a algo) que mostrará su fuerza saliendo del infierno en el que, con la voz de Rosy de Palma, contará que ha estado en “Preso – Capítulo 6: Clausura”. Casi se podría decir que en esta imagen, Custic prácticamente logra resumir toda la historia del disco. De como una novia ilusionada se va a casar con quien cree amar, vestida de blanco, con perlas y brillantes, pero se acaba atando a un hombre celoso, un hombre que le hará pasar un infierno. Sin embargo, nada es eterno, como bien representan los relojes, y esa mujer subyugada, se hará fuerte, será libre y no volverá a permitir que ningún hombre la vuelva a tratar así.
No se si realmente es esto lo que quería representar Custic en esta imagen, pero es increible todo lo que puede llegar a transmitirte con ella.

Malamente – Capítulo 1: Preludio
Pienso en tu Mira – Capítulo 3: Celos
De Aquí no Sales – Capítulo 4: Disputa
Dí Mi Nombre – Capítulo 8: Éxtasis
Maldición – Capítulo 10: Cordura
A Ningún Hombre – Capítulo 11: Poder
Os recomiendo que escuchéis el disco (realmente merece la pena) y que lo hagáis con las imágenes de Custic delante. Si ya dicen mucho por si sola, pueden llegar a trasmitir más si las unes con sus correspondientes canciones.
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