Cartel para el concurso organizado por Caja Madrid sobre la importancia del Juego Limpio.
Se optó por un diseño algo minimalista, usando una ilustración con colores planos y sin grandes detalles, salvo por las manchas de barro de la ropa. También se recurrió a una tipografía sencilla como la Arial.
La idea era mostrar la simplicidad de jugar limpio frente a la propia simplicidad y limpieza del diseño y recalcar que, cuando se juega, lo único sucio debería ser la ropa.